¿Qué es la ITE?

En la Inspección Técnica de los Edificios (ITE) se busca afirmar la seguridad y habitabilidad mediante una evaluación visual para establecer la condición actual de su inmueble y así ofrecer una guía sobre las acciones necesarias para cumplir con las obligaciones de conservación y mantenimiento. A medida que un edificio se envejece, surgen problemas que requieren atención: deterioro en la fachada o estructura, problemas de impermeabilización o instalaciones, falta de accesibilidad o desgaste de los espacios comunes, etc…

¿Alguna vez te has preguntado cómo se afirma la seguridad y el buen estado de los edificios que nos rodean? La Inspección Técnica de Edificaciones, conocida como ITE, es un proceso esencial para garantizar la integridad estructural y habitabilidad de los inmuebles. En esta entrada, exploraremos qué es la ITE, los tipos de deficiencias más comunes que pueden encontrarse durante una inspección y la gravedad asociada a cada una.

¿Qué es la ITE?

La Inspección Técnica de Edificaciones es un procedimiento regulado por las autoridades locales en muchos lugares del mundo, que busca evaluar el estado general de los edificios con cierta antigüedad. Su objetivo es asegurarse de que los inmuebles cumplan con los requisitos de seguridad, habitabilidad y conservación. Durante una ITE, se analizan diversos aspectos, desde la estructura hasta la fachada, las instalaciones eléctricas y de fontanería, entre otros.

Tipo de Deficiencias Más Comunes:

Deterioro de Fachadas: Grietas, desconchados, desprendimiento de revestimientos, corrosión de elementos metálicos en la fachada, falta de mantenimiento en general.

Problemas Estructurales: Grietas y deformaciones en elementos estructurales, corrosión de elementos de soporte, daños causados ​​por vibraciones o movimientos del suelo.

Instalaciones Eléctricas Deficientes: Cables pelados o desgastados, instalaciones sobrecargadas, falta de puesta a tierra, sistemas eléctricos obsoletos.

Instalaciones de Fontanería y Saneamiento: Fugas de agua, humedades, tuberías corroídas u obstruidas, sistemas de drenaje defectuosos.

Problemas en Cubiertas y Azoteas: Goteras, acumulación de humedad, falta de impermeabilización, daños a tejas o membranas.

Ventanas y Carpintería: Ventanas en mal estado, marcos corroídos, falta de sellado, puertas que no cierran correctamente.

Instalaciones de Gas: Fugas de gas, sistemas de ventilación inadecuados, carencia de mantenimiento en calderas y otros equipos.

Accesibilidad: Falta de accesos adaptados para personas con movilidad reducida, ausencia de rampas o ascensores en edificios de varios pisos.

Humedades y Filtraciones: Humedades en paredes y techos, infiltraciones de agua a través de grietas y juntas, moho y hongos.

Elementos Decorativos: Daños en elementos ornamentales, aleros, esculturas o detalles arquitectónicos.

Problemas en Patios y Zonas Comunes: Pavimentos y escaleras en mal estado, falta de iluminación, barandillas inseguras.

Pintura y Revestimientos: Abombamientos y desprendimientos.

Es importante señalar que estas deficiencias pueden variar en gravedad, y algunas pueden tener un impacto más significativo en la seguridad y habitabilidad del edificio que otras.

Gravedad de las Deficiencias:

La gravedad de las deficiencias halladas en una ITE se clasifica generalmente en distintos niveles según el riesgo potencial que presentan para la seguridad y la habitabilidad. Pueden variar desde «leves» o «no estructurales», que requieren correcciones menores, hasta «muy graves» o «estructurales», que piden intervenciones inmediatas para evitar mayores riesgos.

Consecuencias sobre la gravedad de las deficiencias:

Deficiencias Graves o Muy Graves: Si se encuentran deficiencias graves o muy graves en la inspección, el resultado será «DESFAVORABLE». El técnico debe informar inmediatamente a la propiedad y al Ayuntamiento. Se proponen medidas cautelares de seguridad y se establece un plazo estimado para corregir las deficiencias. El técnico no necesita permiso de la propiedad para comunicar a la administración sobre los riesgos. El edificio obtiene un Certificado de Aptitud por 3 años, llamado «APTO CAUTELAR», y debe ser revisado cada 12 meses para verificar las condiciones y reparaciones.

Deficiencias Importantes: Si se detectan deficiencias importantes, el resultado es “DESFAVORABLE”. Estas deficiencias deben ser reparadas. No existe un plazo fijo para las reparaciones, pero se hace una revisión cada 24 meses para controlar el estado o verificar las reparaciones. El edificio obtiene un Certificado de Aptitud por 6 años, llamado «APTO PROVISIONAL», que se revisa cada 24 meses.

Deficiencias Leves o Sin Deficiencias: En caso de deficiencias leves, el resultado de la inspección es “FAVORABLE”. Se recomienda realizar trabajos de mantenimiento preventivo o correctivo indicados en el informe ITE. Si no existen deficiencias o sólo deficiencias leves, el edificio obtiene un Certificado de Aptitud por 10 años. Al finalizar este período, la ITE caduca y el edificio debe someter a una nueva inspección técnica.

En conclusión, la Inspección Técnica de Edificaciones es un proceso vital para mantener la seguridad y habitabilidad de los edificios a lo largo del tiempo. Las deficiencias más comunes pueden abarcar desde problemas superficiales a situaciones que comprometen la integridad estructural. La gravedad determina la urgencia de las acciones correctivas necesarias para preservar la seguridad de las personas y la infraestructura.

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